Entre 1959-1961 el Partido Colorado estaba sufriendo mutaciones importantes. Una de las más trascendentes es el renacimiento del coloradismo independiente (o bien, no-batllista). Uso la palabra “renacimiento” en el sentido de la compresión del batllismo de su importancia.
En los años ’20 el batllismo había desplegado una intrincada estrategia de acuerdos con las otras fracciones coloradas con éxito moderado. Pero muerto José Batlle y Ordóñez (1929) y ante los sucesos desencadenados por el golpe de Estado de 1933, había quedado en desuso. Una de las críticas que se le hacía a Luis Batlle era que su forma de liderazgo personalista y por momentos sectaria, excluía a otros grupos colorados que terminaron optando por votar fuera del lema.
El coloradismo independiente resurgía detrás de la figura de Gestido. De hecho, el abogado y periodista de La Mañana, Alberto Manini Ríos que llegó simpatizar con Nardone, fue entusiasta partidario de la candidatura Gestido. Un detalle: el coloradismo independiente si bien liberal, tenía una impronta conservadora que de alguna forma, encontró puntos de contacto con el menguante catorcismo.
Por otro lado, Luis Batlle, hacia fines de 1958 recibió una carta del dirigente maragato Washington Fernández, quien se había separado de la 15 antes del acto electoral, donde decía que el hombre de la calle no dudaba “de nuestra inteligencia o de nuestra resolución, sino que ha entrado el descreimiento más agudo sobre nuestra sensibilidad y aún sobre nuestra honestidad”.
Sin embargo el líder quincista entendía que la derrota de 1958 había sido producto del agravio, la deslealtad y la calumnia de la prédica de El Día. No estaba dispuesto a olvidar. Había sufrido dos infartos cardiacos –el 24 de abril de 1959 y el 19 de mayo de 1960–, aun así continuó ejerciendo el cargo de senador y la actividad en Acción y Radio Ariel. Además de la oposición a los blancos tenía que lidiar con la interna quincista. Al mismo tiempo, Luis Batlle comprendió que la incorporación a la militancia política de Gestido podía poner en riesgo la hegemonía de la 15 en el Partido Colorado. Pero Gestido nunca actuó como un antiquincista y siempre priorizó la unidad partidaria.
Pero las cosas son más complicadas aún…