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Haré una afirmación: los tupamaros, entre enero de 1966 y agosto de 1968, no fueron un actor político relevante. Alguien podría preguntar, ¿en qué se basa Ud. para realizar esa afirmación?

Observemos los hechos históricos. El 22 de diciembre de 1966 los tupamaros sufrieron una dura derrota. En un fracasado intento de robo a la oficina de pagos de la fábrica FUNSA, cae muerto Carlos Flores, un integrante de la organización que trabajaba en Época. La policía no tardó mucho en averiguar todos sus datos y comenzar las redadas, las detenciones, pesquisas y allanamientos. Con la información obtenida llegaron hasta la llamada “Base Eduardo Pineda” en La Teja, donde hicieron detenciones.

Las averiguaciones en la zona llevaron a la policías hasta un criadero de aves donde se encontraba el cañero Wilson González y Mario Robaina,el “Tarta”, quien se resistió y fue abatido a balazos Al frente de ese operativo estuvieron los comisarios Silveira Regalado (jefe de Radio Patrulla), Rodríguez Moroy y Alejandro Otero. En ese procedimiento, el comisario Silveira Regalado cayó muerto por una ráfaga de proyectiles en acción confusa.

Los tupamaros quedaron casi al borde de la extinción. Sin embargo, lograron sobrevivir pese las sucesivas razzias y allanamientos policiales. A esa altura, el comisario Alejandro Otero- jefe del Departamento de Inteligencia y Enlace – tenía bien en claro a quiénes estaba enfrentando. Pero…¿era el único entendido en el tema de la guerrilla?

Contrariamente a lo que comúnmente se cree, las Fuerzas Armadas uruguayas ya se preparaban para la lucha antiguerrillera. El Inspector General del Ejército general Hugo Tiribocchi, en una entrevista que le realizó Marcha el 13 de enero de 1967, cuando fue interrogado sobre los cambios en la organización y objetivos de combate, cuyo énfasis ya no era prevenir un ataque del exterior sino preservar el orden interno, Tiribocchi respondió afirmativamente. “(…) Ha cambiado la naturaleza de la amenaza (…) esta amenaza plantea cambios en los problemas del mantenimiento de una guerra clásica. Lo que enfrentan ahora los países son los problemas internos de seguridad y dentro de los planes de instrucción se ha dado preferente atención a una nueva modalidad que se aparta de los fundamentos clásicos. En varios países del continente se han creado organismos dentro de la organización militar especializados en la lucha antisubversiva, desde los problemas de información hasta los de índole social y económica del país. Es un problema integral”.

Al margen de ello, los tupamaros casi no fueron noticia durante 1967, salvo un incidente cuando la Policía allanó un escondite en El Pinar. En esos momentos, Sendic estaba en Cuba y al regresar – tuvo que adelantar su regreso por lo ocurrido- informó que la ayuda que brindaría la isla era escasa. Hasta que no se puedan leer los documentos desclasificados de la inteligencia cubana – y va a pasar, mucho, mucho tiempo – no sabremos exactamente el tipo de relación que hubo entre Cuba y los tupamaros. A título personal conjeturo que el gobierno de Fidel Castro, en ese momento, no estaba dispuesto a apostar muchas fichas a los tupamaros. En 1967 eran un puñado de insurgentes, con escasos apoyos en la población, una débil infraestructura, en un país que no tenía las condiciones subjetivas y objetivas para una revolución armada.

Por otro lado, el gobierno de Oscar Gestido tuvo muchos vaivenes y le costó mucho encauzar el rumbo pero, los tupamaros no estuvieron en su agenda. Conocemos bien la historia: Gestido murió el 6 de diciembre y asumió Jorge Pacheco Areco.

Es cierto que, 12 de diciembre, decretó la ilegalización de la Federación Anarquista Uruguaya (FAU), Grupo de Independientes de Época, Movimiento de Acción Popular Uruguayo (MAPU), Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Movimiento Revolucionario Oriental (MRO) y Partido Socialista y la clausura definitiva del diario Época y el semanario El Sol, por adherir a los postulados de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) que preconizaba la lucha armada para llegar al poder.

Pero aquí hay dos aspectos: ese decreto había sido confeccionado en vida de Gestido (no fue una iniciativa suya) y paradojalmente, los tupamaros no tuvieron arte ni parte en el tema de la OLAS.Hasta abril de 1968 el gobierno de Pacheco estuvo en una situación incierta y los tiempos se estaban agotando.


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